Iniciar el tratamiento ortodóncico de forma temprana está indicado solo en algunos casos, si aparecen interferencia funcional o problema esquelético susceptible de tratamiento temprano. En los niños debemos esperar a la edad más adecuada que va de los 11 a los 14 años, ya que además mejoramos la maloclusión en todos sus dientes permanentes y apreciamos con claridad su sonrisa.
La ortodoncia endereza los dientes mal erupcionados guiándolos a su posición correcta, corrige problemas de maloclusión, corrige hábitos orales inadecuados, puede eliminar problemas respiratorios o de dicción, previene la necesidad de extraer piezas dentales, reduce el riesgo de que los dientes protruidos sufran un golpe, guía el crecimiento de los maxilares, mantiene el espacio para que puedan salir los dientes definitivos o facilita la higiene dental previniendo la enfermedad de las encías y las caries al dejar los dientes bien alineados.
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